¿POR QUé CUANDO VAS AL GIMNASIO SUBES A CASA EN ASCENSOR? ASí FUNCIONA EL EFECTO RECOMPENSA

La actividad física en la vida cotidiana -o actividad física incidental- puede resultar muy importante para la salud. “Es todo el ejercicio que hacemos en las labores de la vida cotidiana, en el día a día. Pero para sacarle rendimiento, debemos hacerlas de forma consciente”, explica en RAC1.cat el fisioterapeuta Lluís Puig. Tareas del hogar, desplazamientos a pie, pausas activas en el trabajo o subir escaleras son actividades que pone como ejemplo Puig.

Esta actividad incidental, también llamada NEAT (non-exercise activity thermogenesis), tiene un gran impacto positivo para la salud si se hace bien. Pero existe un efecto que nos hace eliminar esta actividad cuando nos entrenamos en el gimnasio. Es el llamado efecto recompensa o efecto compensatorio. Seguramente te ha pasado que has ido al gimnasio y cuando has vuelto a casa, has cogido el ascensor para subir a casa. Tu cuerpo y tu cerebro te están diciendo que ya has hecho deporte suficiente.

Resultado

La disminución del ejercicio diario supone un 22% menos de la pérdida de peso esperada

Un metaestudio de la Universidad de Copenhague analizó 24 trabajos de investigación que describen los niveles de actividad física diaria de las personas antes y durante las intervenciones con distintos programas estructurados (de gimnasio). “En el 67% de los estudios hemos visto que las personas reducen la actividad física en su vida diaria como compensación por el hecho de entrenarse más. Esto incluye andar menos, ir menos en bici y coger el ascensor en vez de subir por las escaleras”, decía Julie Marvel, autora del estudio y estudiante de postgrado del Departamento de Nutrición, Ejercicio y Deportes de la Universidad de Copenhague.

Muchas personas que intentan perder peso o ponerse en forma no lo consiguen precisamente por eso: se dejan llevar por el efecto compensatorio, y ya no realizan ningún tipo de actividad más. De hecho, uno de los estudios incluidos en el metaanálisis, publicado en Current Nutrition Reports, concluyó que esta disminución del ejercicio diario supuso una pérdida de peso un 22% inferior de lo esperado en el programa de entrenamiento. Según los investigadores hay dos motivos para dejar de realizar actividad física cotidiana cuando vamos al gimnasio. Por un lado, está el cansancio puramente físico, pero por otro están los factores psicológicos, una especie de sistema de recompensa”.

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Según Cristina Rotllan, fisioterapeuta, fisióloga y profesora colaboradora del máster universitario de Alimentación en la Actividad Física y el Deporte de la UOC, "esto ocurre a menudo en nuestra sociedad sedentaria, quizás somos personas activas porque vamos al gimnasio, pero después nos pasamos ocho horas al día en la silla, y subimos en ascensor al llegar a casa. Cuesta mucho cambiar ese sedentarismo".

¿Sería más saludable no realizar entrenamiento intensivo en el gimnasio y explotar al máximo las actividades físicas diarias? "Hay que ser activos en la vida diaria, pero es necesario un punto de ejercicio que nos haga cansarnos y salir de la zona cómoda, ejercicio intenso. Si no, no creamos músculo ni nos hacemos más resistentes. No podemos correr cuando tenemos que coger el autobús. Es decir, debemos trabajar más de lo que necesitamos para la vida diaria", añade Rotllan.

Quizás somos personas activas porque vamos al gimnasio, pero después nos pasamos ocho horas al día en la silla”

Cristina RotllanFisioterapeuta y fisióloga

La sensación posgimnasio lleva a realizar menos actividad física, pero también, en algunos casos, a comer más. Si bien es cierto que hacer deporte genera más necesidad fisiológica de ingerir calorías, existe un aspecto psicológico, creemos que podemos comer más, porque ya hemos “quemado”.

"Comiendo se consumen más calorías de las que perdemos subiendo escaleras. A veces, si tienes una cena o una quedada vas antes al gimnasio para dar vía libre a tu hambre, y eso es un error", explica en RAC1.cat Clara Bergé, fisioterapeuta del CEM Trèvol Lleida, profesora de Fisioterapia en el Tecnocampus de Mataró y vocal de la Junta del Colegio de Fisioterapeutas de Catalunya: “El ejercicio no debe hacerse para poder comer más, o poder comer peor", sino que "debemos hacerlo porque es bueno para la salud cardiovascular, metabólica, osteomuscular y para la longevidad. Se debe hacer para generar endorfinas, pasárnoslo bien y tener salud, no para compensar lo que comemos", añade.

El ejercicio no debe hacerse para poder comer más; se debe hacer para pasárnoslo bien y tener salud”

Clara BergéFisioterapeuta

La investigación danesa también mostró que las personas que tenían un “afecto positivo” (aquellos que disfrutaban haciendo ejercicio y mostraban estados de ánimo positivos como alegría, interés y estado de alerta) también comían menos y, por tanto, consiguieron más pérdida de peso que aquellos que tenían un “afecto negativo” (aquellos que pensaban que el ejercicio era difícil y no muy divertido).

“Esto demuestra que el aspecto psicológico es importante para determinar si tienes o no éxito con tu programa de entrenamiento y, además, implica que necesitas encontrar el tipo de ejercicio adecuado para ti”, dice Julie Marvel.

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