Siempre se ha considerado que la risa es un bálsamo para el alma. ¿Cuántas veces hemos tenido la impresión de que después de haber reído bien, los problemas parecían un poco más soportables? Sin embargo, además de las evidentes ventajas emocionales, investigaciones recientes han demostrado que la risa podría ser un verdadero remedio para el corazón.
Un estudio realizado en Brasil, que se ha presentado en la reunión de la European Society of Cardiology, ha arrojado resultados fascinantes en este sentido. Un grupo de científicos ha reunido a 26 voluntarios, todos ellos mayores de 60 años, para ver la televisión sin que importarse el tipo de programa. Durante tres meses, la mitad de ellos ha visto comedias y programas humorísticos, mientras que la otra mitad ha visto documentales serios sobre temas como la selva amazónica o la política. Esta estrategia de investigación concreta tenía un objetivo bien preciso: determinar si la risa tenía algún efecto sobre la salud cardiaca.
Además, a lo largo del estudio, los investigadores no se limitaron a observar las reacciones de los participantes. También extrajeron muestras de sangre para analizar algunos indicadores que nos dicen cómo está funcionando el corazón y qué riesgos pueden estar acechando.
Ahora bien, ¿por qué se eligió precisamente a este grupo de personas? Todos estos voluntarios tenían algo en común: padecían una enfermedad coronaria. Esta patología consiste en la acumulación de placa en las arterias que suministran sangre al corazón, lo que puede provocar problemas graves como infartos.
Los resultados han sido sorprendentes y alentadores. Los que dedicaron su tiempo a reírse viendo comedias mostraron notables mejoras en comparación con el grupo que vio documentales. Sus marcadores de inflamación, asociados al riesgo de infarto, se redujeron significativamente. Por otra parte, la capacidad de sus corazones para transportar y distribuir oxígeno aumentó en un 10%. Es como si, de alguna manera, el simple acto de reírse ayudara a limpiar sus arterias y a mejorar la eficacia de su sistema cardiovascular.
El director del estudio, el profesor Marco Saffi, ha ofrecido una explicación. Según él, cuando nos reímos, liberamos unas sustancias llamadas endorfinas. Estas endorfinas actúan como una especie de "medicina natural" en nuestro cuerpo. Reducen la inflamación, ayudan a relajar el corazón y los vasos sanguíneos y disminuyen las hormonas relacionadas con el estrés. En pocas palabras, las endorfinas generadas por la risa son como un kit de limpieza y mantenimiento para nuestro sistema cardiovascular.
Cuesta creer que algo tan sencillo y accesible como la risa pueda tener efectos tan tangibles en la salud. Pero este estudio sugiere precisamente eso: que reír con regularidad podría ser una valiosa herramienta en la lucha contra las enfermedades cardiacas.
Las implicaciones de este descubrimiento son enormes. Teniendo en cuenta que las cardiopatías son una de las principales causas de muerte, cualquier intervención, especialmente una tan sencilla y sin efectos secundarios como la risa, merece una seria consideración. Por ejemplo, los hospitales y clínicas podrían organizar sesiones de risoterapia o los médicos prescribir varias dosis de comedia a la semana junto con fármacos y otros tratamientos.
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