ESTO ES LO QUE LE PASA A TU CEREBRO CUANDO REPRODUCES AUDIOS O VIDEOS A VELOCIDAD ACELERADA

Hace catorce años, YouTube introdujo una función que permitía a los usuarios reproducir videos a una velocidad más rápida que la normal, lo que les permitía consumir contenido más rápido sin perder la comprensión. Esta característica se volvió muy popular y otras plataformas sociales y de video comenzaron a ofrecerla también. Con la llegada de aplicaciones de mensajería como WhatsApp y Telegram, esta práctica se extendió aún más, con personas utilizando la reproducción acelerada para consumir contenido de texto y multimedia más rápidamente.

EL FENÓMENO TIENE UN NOMBRE: SPEEDWATCHING

Este fenómeno, conocido como «speedwatching», ha llamado la atención de expertos en educación, psicología y neurología, quienes están comenzando a estudiar cómo esta forma de consumo rápido de contenido puede afectar la atención, la comprensión y otros aspectos cognitivos y emocionales de las personas.

BOMBARDEO DE DATOS Y FOMO

El éxito del sistema de reproducción acelerada está directamente relacionado con la necesidad de procesar información rápidamente en un entorno saturado de datos. En la era digital, estamos constantemente expuestos a una gran cantidad de información de diversas fuentes, como redes sociales, correos electrónicos, mensajes de texto, noticias, entre otros. Ante esta avalancha de información, los usuarios buscan formas eficientes de consumirla sin perder el hilo.

El fenómeno del FOMO, o miedo a perderse algo, también influye en esta dinámica de consumir toda la información posible. Con la proliferación de redes sociales y la cultura de compartir momentos y eventos en tiempo real, las personas, especialmente los jóvenes, pueden sentir una presión constante por mantenerse al día con lo que está sucediendo. El temor a perderse experiencias o información relevante puede llevar a una ansiedad por estar constantemente conectado y consumiendo contenido de manera rápida.

HASTA 85% DE LOS ESTUDIANTES UTILIZAN ESTA FUNCIÓN

Son los estudiantes quienes más recurren la velocidad rápida para consumir contenido. Según un estudio llevado a cabo por la Universidad de California, aproximadamente el 85% de los alumnos ven las grabaciones de clases aceleradas, lo que indica que hay una clara preferencia por reproducir la información al doble de su velocidad normal.

Además, en España, la plataforma de podcasts iVoox ha observado que un 10,48% de sus usuarios siguen los audios a velocidad acelerada, lo que indica una tendencia similar de consumo rápido de contenido auditivo. Incluso los directivos de YouTube han notado esta tendencia y han recibido solicitudes para permitir una velocidad de reproducción aún más rápida en sus videos, lo que refleja la creciente demanda de opciones para consumir contenido de manera más rápida y eficiente.

CÓMO AFECTA AL CEREBRO ACELERAR LA VELOCIDAD DE LOS CONTENIDOS

Los estudios científicos sobre este fenómeno aún no han proporcionado conclusiones definitivas debido a que es un fenómeno relativamente nuevo y sus consecuencias podrían manifestarse a largo plazo. Sin embargo, hay algunas observaciones importantes sobre los efectos de aumentar la velocidad de reproducción.

  • Aumentar la velocidad de reproducción no necesariamente acelera el aprendizaje. Puede hacer que nos centremos en el panorama general, perdiendo detalles importantes. Para asimilar completamente una lección, es probable que necesitemos revisarla y escucharla nuevamente. Sin embargo, puede ser útil para encontrar rápidamente información específica dentro del contenido.
  • Aunque la reproducción rápida permite recibir más información en menos tiempo, puede afectar la comprensión del contenido. La Asociación Americana de Psicología señala que este hábito podría llevar a una comprensión superficial en lugar de una comprensión profunda.
  • Existen diferencias en la capacidad de retención según la edad. Un estudio de la Universidad de Los Angeles encontró que, si bien los adultos pueden tener dificultades para captar toda la información en vídeos acelerados, los jóvenes, que están más acostumbrados a este tipo de consumo rápido de contenido, pueden retener niveles de información más altos.

ESTIMULA LA ATENCIÓN PERO DIFICULTA EL PROCESAMIENTO DE LA INFORMACIÓN

El estudio de la Universidad de Los Angeles también señaló un efecto colateral curioso: el hecho de que aumentar la velocidad del video puede estimular y mejorar la atención. Esta observación sugiere que podría ser una forma de contrarrestar el exceso de información al que están expuestos, lo que a menudo dificulta su capacidad para concentrarse en una tarea específica. Al acelerar el ritmo del vídeo, se presenta la información de manera más rápida, lo que podría mantener el interés y evitar distracciones.

Sin embargo, es importante tener en cuenta la advertencia de la psicopedagoga Sylvie Pérez, profesora de la UOC, quien señala que fenómenos como el speedwatching pueden llevarnos a un procesamiento más superficial de la información, donde simplemente reaccionamos ante estímulos sin un procesamiento profundo. Esto sugiere que, si bien puede haber beneficios en términos de atención, también podría haber riesgos en cuanto a la calidad del procesamiento de la información y la comprensión profunda del contenido.

PROBLEMAS DE MEMORIA

Las preocupaciones expresadas por el profesor Redolar sobre el efecto del consumo de contenido acelerado en la memoria son significativas. Aunque actualmente no existen pruebas sólidas de que esta práctica genere cambios cerebrales a largo plazo, sí hay indicios de que puede afectar la memoria a corto plazo. El riesgo principal radica en la posibilidad de que los jóvenes, que son los principales usuarios de esta opción, vean afectada su memoria debido a la exposición continua a la reproducción acelerada. Si la información no se procesa adecuadamente, no se consolida como un recuerdo sólido.

Redolar también señala que el cerebro de los menores es más plástico y adaptable, lo que implica que las conexiones neuronales podrían modificarse con la exposición constante a la velocidad rápida. Sin embargo, las consecuencias específicas de estos cambios aún no están claras y se necesitan más investigaciones para comprender completamente su impacto.

DEVALUACIÓN DE LOS CREADORES DE CONTENIDO

Las preocupaciones de la psicopedagoga Pérez subrayan otro problema importante relacionado con el consumo de contenido acelerado: la devaluación del esfuerzo realizado por el emisor del mensaje, ya sea un profesor o un creador de contenido audiovisual. Al consumir contenido a alta velocidad, se corre el riesgo de pasar por alto el trabajo y la dedicación invertidos en la creación de ese contenido.

Además, Pérez advierte que esta tendencia hacia la velocidad en el consumo de contenido está ocurriendo demasiado rápido, lo que puede tener consecuencias negativas. El hecho de que la mayoría del consumo de vídeo y audio se realice a través de dispositivos móviles también es algo que preocupa a la comunidad médica, ya que implica un aumento en el tiempo de pantalla y la exposición constante a estímulos digitales.

En última instancia, Pérez hace un llamado a la conciencia y la responsabilidad en el uso de la técnica de speedwatching, instando a evitar su abuso continuado. Es importante asegurar tanto la comprensión de los mensajes como el disfrute del contenido audiovisual, y esto requiere un enfoque consciente y equilibrado en la forma en que consumimos contenido digital.

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