En la era digital, las redes sociales se han convertido en esenciales en nuestra vida cotidiana. Desde charlar con amigos y familiares hasta acceder a noticias y otras fuentes de entretenimiento, estas plataformas ofrecen un sinfín de oportunidades para participar e interactuar.
Son muchos los pequeños que ya disponen de cuentas en Instagram, TikTok, etc., y se pasan largas horas frente al móvil mirando y subiendo historias o cotilleando las que lo hacen los demás. Una práctica que a larga trae más problemas que beneficios.
La adicción a las redes sociales ya está considerado un problema serio, más en el momento en que interfieren y dificultan la vida personal y familiar. De forma similar a la dependencia a determinadas sustancias, ser pueden experimentar síntomas de abstinencia y un impulso incontrolable de comprobar notificaciones, actualizaciones y mensajes.
De acuerdo a una investigación realizada por científicos de la Universidad de Pensilvania, el uso de las redes sociales se debería limitar a 30 minutos por día, unas cifras que están por encima de la media.
Para llegar a esta conclusión, los investigadores monitorizaron el uso que hacían de estas plataformas sociales los estudiantes de posgrado de dicha universidad y determinaron cómo afectaba a su salud mental en base a siete cuestiones: apoyo social, el miedo a perderse algo, la soledad, la autoaceptación, la autoestima, la ansiedad y la depresión.
Los resultados determinaron que sí que existe una correlación entre el tiempo de utilización y el estado mental de los participantes en el estudio, llegando a la conclusión de que sobrepasar esa media hora de límite es perjudicial para estos aspectos de salud mental anteriormente citados.
Las investigaciones han relacionado el uso excesivo de las redes sociales con el aumento de la ansiedad, la depresión, la soledad y la disminución de la autoestima. La comparación constante con las vidas aparentemente perfectas de los demás que se muestran en Internet puede afectar negativamente al bienestar mental.
En lo que respecta a la salud física, permanecer sentado durante mucho tiempo mientras se navega por las redes sociales puede llevar a un estilo de vida sedentario, que puede contribuir al aumento de peso y a un mayor riesgo de desarrollar enfermedades crónicas. Sumado a ello, trastornos del sueño, fatiga visual y dolores de cabeza son síntomas frecuentes de esta dependencia a las pantallas en general y a estas plataformas en particular.
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