A PUñETAZOS VIENDO ‘GARFIELD’

Garfield es una película destinada a un público infantil y familiar inspirada en la tira cómica creada por Jim Davis. El pasado día 1, en una sesión en un cine de León, los espectadores pudieron presenciar cómo un joven boxeador profesional bajaba por un pasillo entre las filas de butacas y reducía a puñetazos a un hombre que le estaba desafiando e insultando desde el espacio de la pantalla, al que este último había accedido tras ser increpado por maltratar a su pareja. Las luces de la sala se habían encendido mientras el filme protagonizado por el gato perezoso y zumbón seguía proyectándose. Todo el mundo lo vio. Y no solo en la sala. El vídeo grabado por una espectadora de la discusión previa y la paliza posterior se ha hecho viral.

La víctima es un supuesto maltratador. En las imágenes no se ven las agresiones y los insultos a su pareja, en presencia de un hijo, ni el golpe que le propinó accidentalmente a una niña cuando forcejeaba con la mujer, como denunció el boxeador, pero esta versión queda respaldada por la actitud y el comportamiento de algunos espectadores, que muestran su apoyo al joven deportista. Todo ello sucedió unos minutos antes de la paliza. Sí se aprecia perfectamente en el vídeo cómo el hombre mantiene una actitud provocadora y amenazante, insultando al boxeador y, al final, poniéndose en posición de pelea. Los intentos de que se calme resultan infructuosos. También se ve nítidamente el estallido de violencia del experto boxeador, quien noquea a su contendiente en unos segundos. La combinación de puñetazos incluye también un rodillazo en la cara cuando el cuerpo del supuesto maltratador ya se derrumba.

“Bien hecho, dale más, dale más”, se escucha decir en el vídeo a una espectadora. El púgil federado, de 25 años, pidió disculpas ya en el cine, al que había acudido con su mujer y sus dos hijos, por su reacción violenta. Posteriormente, lo hizo en las redes sociales y en diversos medios de comunicación. Se llama Antonio Barrul, se ha convertido en tendencia en X (la antigua Twitter) y ahí sigue. En sus declaraciones reitera su arrepentimiento, lamenta que se dejara llevar “por un impulso”, pero insiste en que no soporta la violencia contra las mujeres, que considera inadmisible. Y recalca que no pegó en la cara a propósito a su rival para no causarle más lesiones.

La Federación de Boxeo de Castilla y León ha decidido no sancionarlo. Su presidenta, Arantxa Lorenzo, declaró a Radio Marca: “Ojalá todas las mujeres maltratadas tuvieran cerca a un boxeador como Antonio Barrul”. La mayoría de los numerosos comentarios que ha suscitado el vídeo en X van en esa misma línea, aunque se hayan producido en frío y no durante una reacción en caliente: “No se puede justificar la violencia pero tampoco podemos permanecer impasibles”. Alguno incide, no obstante, en que la pelea no estalla cuando el maltratador agrede a su pareja, sino cuando llama “maricón” a Barrul y maldice a sus muertos. Otros comentarios abundan en que nadie debe tomarse la justicia por su mano.

Los comentarios a las noticias publicadas en diversos medios se centran más que los de X en criticar el uso de la violencia, el ensañamiento o la superioridad manifiesta por su preparación como boxeador.

La vicepresidenta de la Federación Mujeres Jóvenes, Raquel Pérez, señaló este martes a la agencia Europa Press que no se puede recurrir a la violencia, pues “no es la solución ante un problema estructural como el machismo”. La violencia en ningún caso “debe estar justificada”, añade, pero la federación comprende que en casos de violencia machista en público y con niños delante “puede existir esta reacción”.

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