NEGOCIOS DE INFLUENCERS ESPAñOLAS O CóMO CREAR UN IMPERIO DESDE INSTAGRAM

Hasta hace algo más de una década, el fenómeno de influencia no existía tal y como lo conocemos ahora. Antes de que 'personas normales y corrientes' comenzasen a crecer en popularidad, fuesen invitadas a las fiestas más exclusivas y recomendasen productos o experiencias como en el tradicional 'boca a boca' -aunque mil veces más efectivo-, los que movían el negocio eran los famosos.

Futbolistas, cantantes, modelos, celebrities procedentes de reality shows, etc. protagonizaban anuncios multimillonarios en televisión, colaboraciones exclusivas y, en última instancia, lanzaban sus propias marcas, las cuales acumulaban largas listas de espera. Es el caso, por ejemplo, de The Jessica Simpson Collection (uno de los negocios fundados por una celebridad más exitosos), SJP (la protagonista de Sex in the City llevaría la pasión de Carrie a la realidad fundando esta firma de zapatos de tacón alto con el CEO de Manolo Blahnik), o The Row (aclamada marca de lujo creada por las célebres hermanas Olsen, Mary-Kate y Ashley).

A día de hoy, el consumo y nuestra forma de relacionarnos a través de las redes sociales han marcado un antes y un después en los negocios. Aunque nadie duda de lo aspiracional y referencial que sigue resultando ver a una celebrity como Dua Lipa en un anuncio promocionando una fragancia, las ventas indican que "nos fiamos" más de las recomendaciones de personas afines a nuestros gustos o a nuestro perfil, así como de personas que llegamos a considerar 'amigas' al seguir su día a día con mínimo detalle.

Ser influencer, un trabajo que comenzó con simples 'entradas' en blogs amateur como My Space o Fotolog, es actualmente un trabajo muy lucrativo con gran visibilidad social. Unas cuantas personalidades reconocidas en la industria han sabido reconocer este potencial y han apostado por invertir y diversificar sus ganancias, explotando al máximo su perfil. Así, hablamos ahora de un nuevo tipo de influencer, aquel que no sólo colabora con otras marcas en su faceta de prescriptor, sino también el que invierte en su proyecto personal para asentar sus bases, asegurarse el futuro y cosechar éxitos propios.

A grande escala podemos hablar de firmas tan sonadas y prósperas como SKIMS, de Kim Kardashian, o marcas cosméticas de famosas como la de Kylie Cosmetics, de Kylie Jenner - el clan Kardashian es pionero en este campo-, o Chiara Ferragni Brand, de la influencer más poderosa según la revista Forbes. A nivel nacional, contamos con casos exitosos en los que las prescriptoras han conseguido trasladar esa conexión con sus seguidores, esa confianza y esa credibilidad otorgada a un modelo de negocio en alza.

María Pombo, por ejemplo, ha sabido posicionarse como nadie en el mercado inviertiendo en diversas empresas de lo más fructíferas: las firmas de moda Tipi Tent y Name The Brand, el festival de música SuaveFest, la agencia de comunicación Vertical... Las hermanas Villareal, por otro lado, también cuentan con sus propios negocios al margen de su trabajo como influencers: la mayor, Grace es cofundadora de un negocio gastronómico, Pic&nic, y comparte la marca The Villa Concept con su hermana pequeña, Melissa. Pero no son las únicas. Hablamos con algunas de las prescriptoras y emprendedoras más relevantes de nuestro país, mujeres inspiradoras con exitosos negocios.

Negocios creados por influencers made in Spain

IT'S LAVA

Sara Baceiredo, influencer vitoriana de 25 años, ha sido premiada en 2022 como una de las 100 personas más creativas en el mundo de los negocios por la revista Forbes. A sus 18 años ya contaba con una fiel comunidad de seguidores, y decidió emprender a los 20, en 2019, con una marca de bolsos veganos y a todo color para una mujer todoterreno: IT'S LAVA. "La verdad es que fue algo muy orgánico que no sé bien de dónde surgió, aunque sí es cierto que después de llevar tantos años en redes sociales, tenía claro que debía sacarle jugo y crear nuevas oportunidades", comenta sobre la idea de creación de la firma.

La prescriptora, afincada en Madrid, considera provechoso el haber emprendido una marca siendo influencer, ya que le ha aportado un importante empujón inicial que, de otra forma, quizás no se habría dado, y una gran accesibilidad a otras influencers, medios u oportunidades. No obstante, le otorga la razón de su éxito "al equipo que hemos formado y al estar constantemente en movimiento, haciendo cosas".

Sobre la acción de emprender, Sara habla positivamente, pero pone en relieve la lucha interna que aún se ha de liberar en una industria liderada por hombres mayores: "sobre todo al principio padecí mucho el síndrome del impostor, y como era tan pequeña y además una chica, me resultaba prácticamente imposible hacerme respetar en la industria de la moda".

Compatibilizar ambos trabajos es complicado, pero Sara Baceiredo lo afronta con positivismo, mucha energía y, sobre todo, organización: "¡Hago malabares y exprimo cada segundo a tope! La realidad es que los fines de semana los dedico a hacer mucho contenido para toda la semana, ya que entre semana no me gusta tener que salir de la oficina a grabar cosas o hacer fotos porque me descentra bastante. Hay veces que toca y ese día intento hacer más de una cosa, pero la clave está en ser super organizada y aprovechar cada hora del día". Aunque estar constantemente ocupada pueda resultar agotador, todo sacrificio tiene su recompensa, y es que ambos trabajos se compenetran muy bien: "A nivel personal, me da ese equilibrio emocional que solo las redes no me darían. Es decir, cuando estoy más desmotivada con las redes, It’s Lava me motiva más y viceversa. Además, el hecho de que yo tenga una rutina de oficina como la de mucha gente con otros trabajos convencionales, también hace que mis seguidoras empaticen más conmigo y se puedan sentir más identificadas".

Los beneficios de contar con su propia firma son muchos. Según ella, "literalmente, lo que más me gusta es tener mi propia marca. Es decir, poder hacer lo que quiera, partir siempre de un folio en blanco y poder hacer realidad todas las cosas que siempre he soñado. Además, ¡también es un constante aprendizaje! Por otro lado, vivo en un constante pinch me moment -se ríe-. Desde que vi por primera vez uno de nuestros bolsos por la calle, hasta ahora que prácticamente veo uno cada día. Las colaboraciones que hemos hecho con marcas enormes que nunca imaginé que fuesen a interesarse por It’s lava, cuando alguna estilista nos ha pedido bolsos y los hemos terminado viendo en pelis… ¡Todo esto me parece muy fuerte!"

Aunque, por supuesto, también hay un lado negativo de emprender: "la responsabilidad, el buscar siempre la validación de todo en todo el mundo, mi autoexigencia y la exigencia del cliente, tener que cumplir con las expectativas… En realidad, todas estas cosas “malas” son las que me hacen aprender y ser mejor empresaria cada día". Como consejos para poder emprender un negocio con éxito, Sara lo tiene claro: "no perseguir obsesivamente ese éxito, sino centrarte en hacer bien las cosillas del día a día; evitar que te sobrepasen los problemas diarios y no dejar de trabajar en las cosas que se te dan bien y que vas viendo poco a poco que funcionan. Bajar la guardia cuando las cosas van bien no es una opción, hay que aprovechar esos momentos de 'hope' para seguir creciendo".

ENEA CLINIC

Teresa Andrés Gonzalvo, valenciana de 30 años situada entre Alicante y Madrid, es uno de los rostros más influyentes del país, llegando a ser elegida como una de los Best Content Creators de Forbes el año pasado. Su éxito en redes sociales comenzaría en 2014, un trabajo que le ha permitido viajar por todo el mundo y asistir a las principales Semanas de la Moda, colaborar con las marcas más exclusivas y vivir de su pasión, la moda. Tras dos carreras, Enfermería e International Business, tenía claro que quería emprender en el campo de la Medicina Estética y la pandemia fue el momento de inflexión perfecto: "Sin darme cuenta, fue un período de oportunidad para mi etapa emprendedora. Conocí a mi socia, la Doctora Gracia Bañón, y tuve claro que quería ser ella con la que compartiría esta aventura". Así nació ENEA en 2021, una clínica a la vanguardia del sector con el objetivo de englobar de manera integral el proceso de envejecimiento personal en todas y cada una de sus áreas, buscando la mejor versión de cada una sin modificar aquello que le caracteriza.

Las RRSS le dieron el empujón y el atrevimiento a la hora de empezar como empresaria, pero fue su carrera universitaría (International Business) la que le introduciría en el mundo de los negocios. "El hacer una simbiosis de las dos carreras fue algo que tenía más claro para comenzar, porque en parte me daba más seguridad". En cuanto a los beneficios que le aportan al negocio su faceta como prescriptora, Teresa habla de "una evidente y extensa visibilidad con respecto a otros negocios que no cuentan con una figura así, el saber transmitir nuestro know-how, el poder tener una visión mucho más amplia al conocer al público, el saber trasladar mi experiencia con grandes marcas a nuestro pequeño mundo en la clínica, la aspiracionalidad y la construcción del sentimiento de pertenencia a la familia ENEA...".

Contar con una marca propia es todo un logro en sí mismo, pero además, según la influencer valenciana, "asienta un poco las bases de la responsabilidad en el perfil. También es cierto que cada uno tiene una serie de circunstancias y prioridades y no tiene por qué ser así. En mi caso, mucha gente se interesa por mi empresa y por mi experiencia en el emprendimiento, y, ojalá inspire a mucha más gente en este sentido". Además, hay numerosos puntos a favor de emprender. Para ella, lo que más le gusta es "crear una comunidad segura, una visión de la belleza que respete la anatomía, el poder aportar seguridad y profesionalidad al mundo de la medicina estética, el sentir que somos más que una clínica". Lo que menos, por otro lado, es la falta de control: "esos “problemillas” del día a día, ya que dependes de terceras personas y no solo de ti".

Además de contar con numerosas momentos en los que le gustaría pellizcarse para saber si está viviendo en la realidad, como la visita a la clínica de personalidades tan importantes como Luke Evans, Nieves Álvarez o Eugenia Silva, Teresa Andrés Gonzalvo está plenamente orgullosa de su equipo, la gran razón de su éxito: "confío mucho en mi equipo y sobre todo en la forma de entender la belleza de mi socia. Además, aunque la gran mayoría conoce nuestro equipo antes de venir, muchos pacientes vienen por el famoso 'boca a boca' y no consumen rrss, y eso es algo que también me llena de orgullo: el saber que existe un gran equipo de profesionales detrás".

En cuanto a consejos a la hora de emprender, la valenciana apuesta por la confianza en uno mismo: "focalizarse en lo que quieres conseguir y que nada ni nadie te haga salirte del camino de dónde te visualizas. No rendirte, optimizar recursos, pedir consejos y escuchar, analizar los resultados y contar con 'el no ya lo tenemos' como lema de vida". El camino dl emprendimiento es sorprendente y arduo, con lo que es importante estar preparado para adaptarse. Ella lo calificaría como "aprendizaje. El pensar que iba a ser todo más fluido, la gran cantidad de horas invertidas, encontrar el personal adecuado y hacerlos partícipes de nuestra aventura, establecer los roles y protocolos… Siéndote honesta, nunca esperé vivirlo así ni aún teniéndolo planificado. En el plano emocional, fue verdaderamente una montaña rusa".

NO NI NÁ

Anna Ferrer Padilla, de 27 años y natural de Madrid, es una de las influencers más queridas en España y con un gran recorrido a sus espaldas. De hecho, en 2021 fue premiada por su labor como emprendedora. Hija de la reconocida figura televisiva Paz Padilla, Anna estudió un grado en Economía y se especializó, más tarde, en Dirección y Creación de Marcas de Moda. Ahora es promotora de una de las agencias de representación de influencers más conocidas, Papaya Comunicación, y está a cargo, junto con su madre, de la firma de moda No Ni Ná.

"No Ni Ná nace de la necesidad de crear una marca que representara todo lo que nos hace felices, el verano, nuestra tierra, el humor, el mar, la diversión… Cada prenda tiene un poquito de nuestro ADN", explica Anna. Como muchos otros negocios, se lanzaron a la aventura poco antes de la llegada del COVID, y a ellas les fue muy bien: "Somos una marca familiar y cercana, abrimos la primera tienda física en 2019, justo antes de la pandemia, pero que no ha dejado de crecer desde entonces. Con dos tiendas físicas en Zahara de los Atunes (Cádiz), una “nonineta” con la que hemos recorrido ya más de 15 ciudades de España cada verano para acercar nuestra marca a todas nuestras seguidoras y así también poder conocernos, y una colección cada vez mayor, desde sudaderas, que fue como empezamos, hasta colecciones de ropa, bolsos, toallas, bisutería…".

Los últimos años han sido importantes para la firma. "En 2023 abrimos una segunda tienda en Zahara de los Atunes, y tenemos previsión de abrir una en Madrid para el próximo año", confirma Anna. Con esta marca, madre e hija buscan "llenar la vida de color y alegría, ese punto canalla tan gaditano, nuestra manera de decirle al mundo cuándo no puedes más, no… no ni ná".

Para Anna, ir más allá del perfil de influencer y conseguir emprender con No Ni Ná "es el sueño de una niña que amaba vestirse con la ropa de su madre cuando volvía del cole y jugar a trabajar en una revista de moda. Es mi mayor ilusión, a lo que dedico la mayor parte de mi tiempo y sobre todo lo que más feliz me hace". Eso sí, como cualquier emprendedor, ser polifacética y atenerse a mil situaciones distintas es parte del trabajo: "mi papel en Noniná está difuso como todo aquel que emprende un pequeño negocio, de repente tienes que aprender de tejidos y diseños, de logística y envíos, de números y facturas, de marketing y publicidad, gestionar un equipo… Pero eso también es lo bonito de emprender, montar esa estructura desde 0 y poco a poco ir creciendo, desde montar los pedidos en mi casa uno a uno, hacerme yo las fotos para la web, crear hasta la web yo misma... -se ríe-, Hasta hoy tener nuestro propio centro logístico, fabricar y diseñar todas nuestras prendas, contar con un equipo de más de 12 personas… Eso sí, sigo siendo yo la que sube los artículos a la web y organiza los shooting" comparte la prescriptora, entre risas.

Emprender tiene su lado duro, "es no dormir el día de antes de lanzar la colección porque no sabes si gustará, si habrás pedido más cantidad de la necesaria y perderás dinero, es tomar decisiones complicadas cada día, es discutir con proveedores por los tiempos de entrega o fallos en la producción...". No obstante, también tiene un gran lado positivo con el que todo cobra sentido: "también es ver a la gente contenta al recibir su pedido, llevar esas prendas y que te paren por la calle para preguntar de dónde son, que te escriban para darte las gracias por la atención al cliente, ver a una chica con una sudadera de Noniná cuando estás en un pueblo diminuto en la otra punta del mundo (Puerto Escondido, México) y flipar... Es en esos momentos cuando todo el esfuerzo merece la pena y no desearías dedicarte a nada más".

ROWSE

Nuria Val, fotógrafa, viajera empedernida y directora creativa, cuenta con 308 mil seguidores en su perfil de Instagram. Su cuenta ofrece una ventana hacia la cruda belleza, la magia del viaje y la pasión por la naturaleza, y en 2019 lanzó ROWSE, una marca de cosmética a base de plantas donde intenta plasmar esos mismos valores. Para ella, este paso de influencer a emprendedora fue completamente natural, acorde a su trayectoria: "después de muchos años trabajando en el mundo creativo como freelancer, sentí la necesidad de emprender en un proyecto en el que pudiera expresar toda mi creatividad y experiencia de los últimos 10 años". Aunque siempre quiso emprender, fue cuando conoció a su socia y co-fundadora de ROWSE, Gabriela Salord, cuando se decidió. "Fue la unión de dos mentes con valores muy alineados y ganas de comernos el mundo con un proyecto honesto y con valores muy positivos", explica Nuria.

Para la fotógrafa, comenzar una firma partiendo de un perfil social como el suyo resultó un gran apoyo: "gracias a mi trabajo durante los últimos años, he podido crear una red de contactos muy importante que me ha dado soporte para potenciar la marca y difundirla, y de la cual estoy muy agradecida. Además, he basado mi carrera en trabajar en marcas para las que confío y comparto visión y valores, y eso me ha permitido crear una comunidad muy fiel que confía en mi criterio." Ser prescriptora le ayuda asimismo a ofrecer "imagen, difusión y representación de la marca a diario". No obstante, no sólo con seguidores se puede sustentar un proyecto así: "pienso que la marca se construye con esfuerzo y dedicación, y por mucho que vengas del mundo influencer, tienes que afrontar muchos retos".

Para Nuria Val, emprender con su propia firma es, por otro lado, una forma de legitimar su trayectoria: "pienso que es súper positivo. Creo que es fácil encasillar a las personas tras la palabra 'influencer' y pienso que todos estos proyectos que hemos emprendido en los últimos años demuestran que hay muchísimo más detrás del contenido que generamos. Hay ideas, hay producciones, hay imagen y hay comunicación, y creo que eso lo hemos podido demostrar a través de las marcas que hemos creado", defiende la fundadora de ROWSE.

Eso sí, para emprender con éxito Nuria tiene claro qué es lo más importante: "crear un proyecto en el que confíes de verdad y en el que creas, y también seguir tu propio camino. Los proyectos oportunistas o basados en la copia creo que son difíciles de mantener, así que mi mayor consejo es que confíes en tu criterio y le des el 100% de tu energía a hacerlo funcionar". Esta fue su fórmula para conseguir colocar a ROWSE como foco de la cosmética natural. "Me encanta haber creado una marca que ayuda a la gente a sentir su piel mejor. Me ha pasado varias veces que gente me para por la calle para decirme que ROWSE le ha cambiado la piel, y eso me enorgullece muchísimo", confiesa, agradecida.

La prescriptora Nuria Val compatibiliza su faceta emprendedora con la de creadora de contenidos en Instagram "trabajando muchísimas horas, el máximo que puedo para poder llegar a todo. Para poder mantener las dos cosas y también tener una vida personal, tengo que estar muy bien organizada, además de rodearme del mejor equipo posible. Es una gran responsabilidad contar con un proyecto así entre manos. Emprender tiene su parte dura y una de ellas es que nunca desconectas".

ROWSE, su gran proyecto, ha despegado con vida propia, independiente a ella: "mucha gente nos conoce por recomendaciones, eventos, prensa...". Además, le ofrece momentos soñados como una futura "colaboración con Cecilie Bahnsen, un máximo pinch me moment".

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